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domingo, 2 de octubre de 2011

La mayor causa de infelicidad




Estaba pensando en aquellas cosas que nos hacen infelices. 

Nosotros somos los únicos culpables de nuestra infelicidad. 

El segundo axioma es que a la infelicidad nunca la encontramos en el futuro. El futuro reside solo en nuestra imaginación, son proyecciones mentales y sensaciones: Ilusiones. Por tanto, en el futuro no se encuentra el motivo de nuestra infelicidad. 

Lo tercero es que en el presente tampoco se encuentran los motivos de nuestra infelicidad; en el presente solo se encuentran las manifestaciones de lo que nos ha sucedido; el presente es el lugar de la acción y la reacción. 

La mayor causa para la infelicidad se encuentra en nuestro pasado. Mi pasado. Tu pasado.

Arrastramos nuestro propios condicionamientos y complejos desde el pasado que nos hacen agachar la cabeza porque no creemos merecer nada bueno de la vida: la culpa. 
Arrastramos también los condicionamientos y complejos de los demás, que suponen un peso adicional a la mochila: el reproche. 
La suma de esto hace que finalmente encorvemos la espalda hasta caer de rodillas y morder el polvo. 

Por esto, cuando las personas se hacen conscientes de ello, -y no caen en la falacia de buscar culpables fuera o hurgar en la vida del vecino- rompen de las tres maneras más comunes: La huida, la depresión y el suicidio. 

 Haría falta mucha valentía, fuerza, coraje y determinación para acabar con el pasado: Resetear. Morirás joven porque habrías vuelto a nacer. Pero si no matas el pasado -con la aceptación y el olvido- y te refugias en la resignación, seguirás muerto en vida: la humillación. 

Este es el dilema de la felicidad; para tenerla momentáneamente tienes que comenzar constantemente, abandonando el pasado.  

Por si a alguno os importa dirá que a mí particularmente, lo que más felicidad me aporta es Pensar, Reir y Amar, -aún teniendo en cuenta que lo primero empieza a satisfacerme cada vez menos- tan solo eso me bastaría. Todo lo demás es una innecesaria carga de infelicidad y tristeza.