Escuchar

Estaba pensando en como podía ser más sencillo todo, si supieramos entender.

Ella dijo:

"Me apena que quieras darle solución a mis problemas, me haces sentir incompetente y no me das la oportunidad de aprender.

Me apena que quites importancia a mis pequeños problemas, me haces sentir insignificante.

Me apena que envuelvas mis problemas en otros problemas mayores y diferentes, me anulas como persona, porque mis problemas son parte de mí.

Me apena verte alejarte de mis problemas; te alejas de mí.

Me apena que no entiendas que no necesito un abogado de causas ajenas, un ilusionista que te hace mirar hacia otro lado o un guerrero insensible que todo lo resuelve a golpe de espada.

Me apena que no comprendas que tan solo necesito un compañero de viaje, simplemente para enlazar nuestras manos.

Solo necesito ser escuchada: ¿o no puedes entender eso?"

El Péndulo

Estaba pensando en porqué pasamos del amor al odio en un breve instante. De la euforia al pesimismo...

Los sentimientos tienen dos polos, su par de opuestos. Lo semejante y lo antagónico es lo mismo y los opuestos son iguales en naturaleza aunque diferentes en grado. 

Pasamos del Amor al Odio en un instante, son sentimientos de la misma esencia pero están situados en la escala en el lado opuesto. Es un mismo tipo de energía. Cuanto más  reprimimos un lado, más se fortalecerá el opuesto. Nunca deberíamos  negar  nuestros pensamientos más oscuros ni luchar contra ellos ya que los fortaleceríamos. Aceptemoslos y  reconozcamoslos para poder transmutarlos. 

Transmutarlos es situarnos en el lado opuesto tan solo con el pensamiento. Somos un péndulo que se balancea de un extremo a otro; si nos sentimos infelices reconozcamoslo y pensemos en la felicidad, si sentimos odio reconozcamoslo y pensemos en el amor. Somos como el péndulo y nosotros tenemos -con el pensamiento- la capacidad de dirigirlo al lado deseado. La Paz interior llegará cuando el péndulo quede quieto en el justo centro. 

Seremos dueños de nuestra propia vida cuando sepamos que todos los extremos se tocan, las verdades son semiverdades y las paradojas pueden reconciliarse. 

Paco P. Cejudo dixit: ¿Cuanto pesa una partícula de polvo?

(A mi amigo Pedro. Me cuesta, pero debo cumplir con tus exigencias)

¿Cuánto pesa una partícula de polvo? 

Entonces ¿cuánto pesará la masa que se acumula en la tapa de una vieja caja de recuerdo? 

Yo creo que muy poco. ¿Por qué cuando nos decidimos a adecentarla y la limpiamos, procedemos a abrirla y la abrimos? ¿Por qué al encontrarnos aquello que guardamos consciente e inconscientemente, aquello que condenamos al ostracismo, nos proporciona tanta satisfacción?

Solamente hubiera bastado soplar y apartar diminutos elementos insignificantes en nuestro vivir.

Por supuesto que merece la pena, y al efectuar ese leve acto de pulcritud emana la paradoja de la satisfacción y de la conciencia del tiempo perdido.

18 de febrero de 2011 20:26. Copyright: Paco P. Cejudo.  

Los amigos

Estaba pensando en todas esas personas que perdí de vista hace muchos, muchísimos años. En esas personas que con el tiempo ni siquiera recuerdas sus nombres ni sus rostros ni sus palabras ni sus andanzas. 

De esas personas que -como yo- son unos supervivientes con sus risas, sus llantos, sus dolores y amores. 

Esas personas que un buen día, en forma de foto amarillenta, el Universo te las devuelve para demostrarte que aún con el paso del tiempo y la flaqueza de la memoria; siempre han estado ahí.

Doy gracias al Universo por devolverme a mi gente que nunca debió partir ¿o acaso fuí yo el que partió?

Doy las gracias a esas personas que me han devuelto una parte maravillosa de mi pasado que yo -iluso- había apartado. Os doy las gracias por ello. Os doy las gracias por ser mis amigos. 

Solo os prometo que no volveré a partir de nuevo. 

(A mis amigos del "Seminario")

El Miedo

Estaba pensando en el miedo. Este sentimiento evolutivo-defensivo que nos hace reaccionar ante cualquier acontecimiento presente, pasado o futuro que percibimos como amenazante. El miedo no reside en el acontecimiento percibido, reside en nuestro pensamiento.

El miedo no permite abrirse a nuevas oportunidades maravillosas de aprender y evolucionar; nos bloquea y nos reprime. Cerramos los ojos.

Por miedo dejamos de arriesgar, de vivir, de sentirnos libres, y lo peor de todo: dejamos de Amar.

El miedo nos hace previsibles, nos hace sentirnos seguros y rutinarios, dándonos sensación de control: amortaja nuestra existencia.

La Frustración

Estaba pensando que no debemos ilusionarnos ante las expectativas de un acontecimiento venidero. Si nos creamos un futuro mental de como han de suceder las cosas, seguramente la realidad será diferente a como la habíamos planeado. No deja de ser ilusión mental que luego causará frustración.

Dejemos fluir los acontecimientos para poder saborearlos en el momento en que suceden.
Conseguiremos disfrutar de las cosas que la vida generosa te regala sin necesidad de dar nada a cambio. 

La falacia del Pasado.

 Estaba pensando que cometemos un error cuando miramos al pasado desde el presente. 

El pasado se construye hoy, en este momento mientras miramos hacia atrás, porque ayer el pasado era presente. El pasado no existe, solo las consecuencias de un presente anterior. 

Vivimos continuamente en el presente, el pasado es una falacia inventada hoy, que solo nos aporta una carga insoportable que arrastrar injustamente. 

Por eso, no cabe arrepentimiento de lo hecho, porque las variables para tomar decisiones -en el presente anterior- fueron y son infinitas; por tanto, sería iluso creer que lo que hemos hecho o dejado de hacer ayer, hoy nos hubiera hecho más felices.

Acerca de la Felicidad

Estaba pensando que la felicidad es una entelequia. No conozco a nadie completamente feliz, lo más aproximado que he podido sentir y ver es un estado alterado de conciencia que erróneamente confundimos con felicidad.

Hemos de conformarnos con un estado de paz interior cuando aceptamos y comprendemos nuestras lecciones de vida. Nadie reencarnado en esta u otras vidas puede ser feliz, porque aquí estamos para evolucionar aprendiendo; y por desgracia, aprender sigue siendo muy sacrificado.

A veces lo más sensato es aceptar y rendirse; nos permitirá hacer nuestro camino con la mochila algo más liviana; entonces la vida nos parecerá un regalo.   

Mensaje de una Chica Maltratada.

Estaba pensando en este testimonio que os escribo literalmente:

"Que nadie es propiedad de nadie, ni a las personas se las puede tratar como mera "mercancía". Un contrato, por muy bendecido que esté, no obliga a perder la libertad de decidir con quien convivir. Ni sois mi dueño ni el guardían de mi sexo. Ni tan siquiera teneis derecho a preguntarme con quien quiero yacer este día. Sería como prohibirme a comer o respirar; yo soy mi propia dueña. Si me amas, no coartes mi libertad.

Respeta mi libertad, porque al no pertenecerte habrás de conquistarme cada día, querrás ser mejor para mí y conseguiras mi amor de veras. Te dejo que me ames libremente.

Cuando nos confundimos y nos tratamos como "posesiones", no amamos, solo negociamos nuestra parcela de libertad. Toda negociación es un juego de suma cero (lo que una parte gana es a expensas de la otra) en el que podemos sentimos perdidas y tender a reprimirnos o subestimarnos, y en instancia más severa a aceptar imposiciones y maltratos. A veces incluso pensamos que nos merecemos lo que nos pasa; cuando no nos  regodeamos de nuestro propio dolor en un espiral victimista.

No quiero vuestro cariño, prefiero vuestro amor. Y si lo segundo no ha de ser...me quedo mi libertad".

Convivencia

Estaba pensando en mi amada. Pensaba qué risa le regalaría hoy para que nuestro amor no quedase prematuramente envuelto en la mortaja de la monotonía, la autocomplaciencia y la excesiva responsabilidad.