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jueves, 31 de marzo de 2011

Los Hijos




Estaba pensando en los hijos. Ellos devuelven lo que han recibido.

Ellos Son -en gran medida- lo que han aprendido de nosotros, han imitado nuestro propio comportamiento. Somos -en verdad- muy responsables de sus valores y sus desdichas.

¿Cuantas veces no los utilizamos para que sean una continuación de nuestras propias frustraciones? ¿Cuantas veces no los obligamos a que repitan nuestras propias miserias? ¿Porqué han de ser esclavos de nuestros propios deseos? ¿Porqué coartamos su libertad, y los utilizamos interesadamente, bajo la peregrina excusa de su propia protección?

¿En verdad estamos tan ciegos para no comprender que su vida no es nuestra vida? ¿Somos tan egoístas que les negamos sus propias oportunidades para que puedan repetir nuestros propios fracasos?

Deberíamos comprender que la educación de nuestros hijos se asemeja al arco y la flecha. Nosotros tensamos el arco fuerte y con mucho amor; pero cuando la flecha es disparada al viento con nuestros mejores deseos, ya no nos pertenece; tan solo nos queda rezar porque la flecha alcance el mejor de los objetivos. 

¿Donde estábamos cuando hubimos de lanzar la flecha?
¿Acaso estábamos?  

domingo, 27 de marzo de 2011

El círculo





Estaba pensando en que la geometría de la vida bien puede ser como un círculo. 

Nunca sabemos en que punto concreto del círculo se comienza o se acaba; podremos elegir libremente el principio y el fín. En el circulo todo fluye y vuelve. El círculo se completa a sí mismo, nada exterior a sí mismo puede ser definido como círculo; solo lo que hay en su interior es círculo.

Podemos -en nuestras vidas- trazar tantos círculos como queramos; cuando los círculos son demasiado amplios solo nos permiten valorar los grandes acontecimientos que nos han sucedido. 

 A mí me gustan los círculos que abarcan solo un día. En estos círculos se saborea de forma especial cada gesto, cada caricia, cada beso, cada mirada o cada sonrisa porque estos serán los últimos que recibiremos hoy. Si valoramos los pequeños detalles que nos suceden cada día, veremos que estos son los que aportan felicidad a nuestro interior, tan solo por hoy.    

Siempre es hoy. 


martes, 22 de marzo de 2011

Causa-Efecto



Estaba pensando en que toda causa tiene un efecto, y que todo efecto proviene de una causa. Es el principio físico de acción-reacción. 

Tendemos a atribuirnos como propio lo bueno que nos sucede con nuestras acciones; sin embargo, atribuimos nuestros males a cualquier cosa externa a la que podamos culpabilizar; como si otras personas, el destino, la suerte e incluso la metereología fuesen las causas de nuestros males.  

El presente es el único momento del espacio-tiempo en el que tenemos poder para actuar, todo lo que hoy nos está sucediendo es consecuencia de nuestras acciones del pasado; sean estas buenas o malas, sean de esta vida o de vidas anteriores.

De como actuemos en conciencia hoy, estaremos creando nuestro mañana. Tenemos el poder de crear el futuro que deseemos con tan solo proyectar nuestra conciencia y saber que todo lo que nos sucede tiene origen en nosotros mismos.  

La buena noticia es que, aunque nosotros mismos seamos los culpables de nuestras desdichas, también en nuestro interior reside la capacidad de disolverlas y superarlas. Son nuestras lecciones de vida que aprendemos -demasiadas veces- con amargura. El sufrimiento del aprendizaje es tan solo una elección. 

Solo hoy podemos ser la causa de la felicidad venidera y para eso deberíamos empezar por  perdonar nuestro propio pasado. 



martes, 15 de marzo de 2011

Último Día



Estaba pensando en como actuaría si supiera que hoy es el último día de mi vida.

Superado el primer escalofrío; dedicaría todo mi tiempo en acercarme, abrazar, besar y susurrar desde el corazón desnudo el amor y cariño que siento por todos aquellos que han sido fundamentales para mí en esta vida. Les agradecería haber compartido tanta felicidad y buenos momentos en esta travesía; e intentaría, hasta el último minuto, expresarle mi satisfacción de tenerlos cerca: que ha merecido la pena.

En esos momentos querría congelar el reloj y seguro me reprocharía el tiempo desperdiciado en tanta vanalidad y tantos asuntos intrascendente; dejando besos sin dar, ofensas sin perdonar o sonrisas sin devolver.
En mis últimas horas, lo puramente material no existiría. En estos momentos determinantes tan solo quedaría lo verdadero: la risa, lo aprendido y lo amado. 

Entonces: ¿Porqué no vivo cada día como si fuese el último de mi vida? 
La muerte ya no tendría sentido. 

lunes, 14 de marzo de 2011

El Perdón.




Estaba pensando en que el perdón es el acto más difícil y altruista de cuantos existen. Transmuta nuestros defectos y faltas gracias a la generosidad de otros: nos hace mejores. 

Perdonar sin olvido es un acto cretino y doloroso en el que el ofendido se regocija en el victimismo; usando el recuerdo de la afrenta para enmascarar sus propias faltas. El dolor es contínuo porque la ofensa se repite pertinazmente. 

El arrepentimiento, sin actos que lo acompañen, es aún más falso y denigrante que la propia ofensa. Nunca llegará el perdón, porque mañana el dolor será causado de nuevo, o a otros.  

Quien perdona de veras, rechaza la ofensa; no hay sufrimiento: crecemos espiritualmente.
El verdadero arrepentimiento convierte el fallo en enseñanza: crecemos moralmente.   

Perdonar es la mayor muestra de Amor verdadero que podamos realizar. 

  

jueves, 10 de marzo de 2011

Lo nuevo.



Estaba pensando en porqué tendemos a denostar aquello que no conocemos. 

Nuestros filtros mentales, basados en nuestras experiencias y condicionamientos, juzgan aquellas situaciones de las que no tenemos experiencia: hacen que nos estanquemos. Son prejuicios.

¿Cómo es posible que podamos enjuiciar sobre algo que no conocemos? ¿Cuanta felicidad y dicha perdemos  por no arriesgarnos a atravesar esa puerta incierta?

 Y si la atravesáramos: ¿qué podemos perder; salvo el miedo a vivir? 

Un verdadero guerrero deja las cosas fluir, sin prejuzgar. Un verdadero guerrero sabe que la felicidad se encuentra muy cerca de aquello que está por descubrir, de aquello que desconoce. 

A veces, debemos dar el paso hacia adelante -sin complejos- para poder evolucionar: es nuestra misión. 

Si abandonáramos los prejuicios sobre aquello que desconocemos, nos estaríamos dando permiso para que muchas cosas hermosas nos sucedieran cada día.



miércoles, 2 de marzo de 2011

El Espejo



Estaba pensando en que las personas somos todos un espejo para los demás, y los demás son un espejo donde nos reflejamos. Cuando una persona aparece en tu vida, siempre te trae un mensaje sobre tí mismo que debes descifrar. 

Cuando con alguna persona no conectas o te produce rechazo, estas rechazando aquellos traumas, prejuicios o condicionantes que apilas en tu lado oscuro. Si sientes ira hacia esa persona es que albergas ira en tu interior, si sientes odio es que el odio se almacena dentro de tí, si sientes vergüenza hacia esa persona es que te avergüenzas de las cosas que ves reflejada en él: te avergüenzas de tí. 

Si sentimos compasión, amistad, cariño o amor eso es lo que se refleja de nosotros, eso es lo que tenemos para dar y eso es lo que recibiremos -reflejado- el resto de nuestras vidas.