Arrepentimiento

Estaba pensando que de todas las cosas equivocadas que hago, de ninguna de ellas me arrepiento; me enseñan. Cada día, sin embargo, me arrepiento de no haber hecho cosas nuevas con las que equivocarme.

No debemos lamentarnos de lo que hacemos, solo de lo que dejamos de hacer: mañana habrá dolor irreparable.

Impotencia

Estaba pensando, que es imposible cambiar el mundo de tanta miseria. ¡Cambia solamente tú!
En poco tiempo habrá cambiado el mundo. 

Ayer, mañana.

Ahora, aquí.

Ayer es irrecuperable, ya no somos los mismos de ayer. Los errores de ayer se quedaron congelados, solo sus enseñanzas nos sirven para hoy. Cuando nos empecinamos en descongelarlos vuelven a nosotros para hacernos victimas, revivimos pertinazmente un pasado que nos duele, sin dar oportunidad a nuevas realidades. 

Mañana es una entelequia, el mañana no es. Solo una proyección de nuestros deseos e ideales que -normalmente- no se cumplen unos y fenecen otros, porque la realidad es tozuda y los acontecimientos serán distintos; cambian en un segundo. Como un segundo se necesita para pasar de la vida a la muerte. 

Mientras ayer y mañana transcurren inutilmente en nuestras vidas, nos olvidamos de vivir el presente que es donde únicamente radica nuestro poder de actuar; donde podemos crear nuestros breves espacios de felicidad: donde realmente se vive. 

Ayer y mañana no ayudan; son frustantes. Mientras, la vida se nos escapa como el agua entre los dedos. No aprendemos. No evolucionamos.

Somos Magos

Estaba pensando en un experimento:

Realizamos tres respiraciones profundas, inspirando por la nariz y expirando también por la nariz. Cerramos los ojos y nos concentramos intentando observar cual es el primer pensamiento que nos viene a la mente durante, digamos, treinta segundos...

¡Hágase! No siga leyendo.


Nos sorprenderá darnos cuenta que ¡Ningún pensamiento ha sobrevenido! La mente al sentirse observada por nosotros ha dejado su cháchara inútil y se ha bloqueado.

 Esto quiere decir que:

1. Si somos observadores de algo es porque somos algo diferente y también más que el objeto observado. 
2. La mente está para obedecernos. 
3. Podemos controlar nuestros pensamientos para mejorar nuestras actitudes; y por ende, crear nuestra propia realidad.
4. Somos dueños de nuestro destino eligiendo qué pensar cada día. 

La realidad es objetiva, no cambia; solo varía tu manera de percibirla, pensarla. ¿Porqué no te enfocas en el lado positivo? que lo hay en todo.  Al principio costará trabajo, andando los dias te habrás de sentir bien, con sensación de control; ¿A donde se fué la ansiedad y sus manifestaciones?: Han sido transmutadas.

¿Qué vas a pensar hoy?

La Guerra

Estaba pensando como es posible que existan tantas guerras en el planeta, si todos los países tienen un ministerio de defensa; y ninguno tiene un ministerio de ataque.

Aunque es interesante comprobar que las armas de guerra solo sirven para misiones de paz y humanitarias y -como mucho- guerras preventivas; pero eso sí, estas armas feroces cada vez más sofisticadas para que los daños colaterales sean mínimos, e incluso cuando maten lo hagan sin demasiado sufrimiento.

Para resolver este dilema, solo me cabe pensar en mentiras a gran escala, una avaricia desmedida y un enorme poder racionalizador del ser humano; hasta el punto -patético- de justificar su propia crueldad.

Lo siento, no me suelo creer tanta patraña. En algún momento deberán rendir cuentas por la ignominia causada. La justicia del Karma es ineludible.  Mi corazón está limpio; yo no soy como ellos. Lloro por esto. 

Moral de Esclavos

Somos esclavos de nuestras posesiones.

Nos venden que la felicidad radica en posesión de "cosas" y nosotros creemos a estos cárteles de desalmados que nos esclavizan con "obsolescencia programada"  y ventas -compulsivas- a crédito. En una espiral autoprogramada -y consentida por muchos- de consumo desenfrenado situamos ahora nuestra felicidad; lejos de nuestra conciencia; inalcanzable. Padecemos ansiedad porque nunca podremos poseer todo lo que nos invitan a consumir. Nos han montado un buen circo y a nosotros nos interesa creerlo. Por aquí anda el juego: eres lo que tienes.

Pero realmente solo se posee aquello que podemos entregar generosamente.
Aquello a lo que nos aferramos con denuedo, termina por poseernos a nosotros. Nuestras verdaderas posesiones son aquellas cosas que nunca nos podrán arrebatar; esto es, lo que nos llevaremos al otro lado.

Me robarán mi dinero, podré perder mi casa, me apartarán del trabajo, incluso mis hijos marcharan algún día...pero jamás podrán arrebatar de mi interior el amor, la risa, lo aprendido y mi libertad. Ahí si que podremos encontrar algún día breves instantes de verdadera Felicidad.

La crítica

                Estaba pensando, que no tenemos el derecho de criticar a los demás. Cada cual tiene su propia experiencia, sus propias vivencias, sus propios conocimientos acordes a su realidad y su propia evolución en esta vida.  ¿Quienes somos nosotros para juzgar sus actuaciones? ¿Acaso no es injusto valorar a los demás desde la pérfida atalaya de nuestras -diferentes- vivencias, experiencias y conocimientos?

Cuando criticamos o juzgamos gratuitamente, lo normal es que miremos hacia afuera porque -quizás- no nos guste mirarnos a nosotros mismos para encontrarnos de frente con  nuestras propias miserias. !Gran distracción esta! Mecanismo de autodefensa. Cuanto más fastidiado esté el vecino, más llevaderas serán mis propias vergüenzas. ¡Menuda necedad! Así nos va. 

Decisiones

¿Acaso importan nuestras decisiones?

Lo que somos, cómo estamos, qué tenemos: ¿Realmente han sido fruto de nuestras decisiones? No creo.

Donde nacimos, como nos criaron, nuestros condicionamientos familiares y sociales: ¿Acaso no fueron las decisiones de otros sobre nuestras vidas? Me pregunto si realmente en la infinidad de variables y sucesos que envuelven nuestras vidas son importante nuestras decisiones. ¿Cómo poner orden en el caos?

Intentamos poner orden a nuestra existencia tomando decisiones, pero estas no importan; no hay error.
La clave no está en qué camino elegir, estos son infinitos, sino en saber caminar; y esto es una actitud.
Cuando sabemos caminar ya no tememos a ningún camino, desaparecerá nuestra tensión vital porque sabemos que el error no existe: no existen las decisiones a tomar, o si acaso, son insignificantes.

La clave es la actitud con la que caminamos, y eso es algo interior e inalienable; el camino poco importa.

Todos se apartan cuando ven acercarse a uno que está seguro de donde ir.

Dar y Recibir

Estaba pensando que existen dos reglas básicas en nuestras vidas:

1. Cada cual dá lo que tiene.
2. Cada uno recibe lo que dá.

Cuando me pregunto: ¿Qué he dado hoy? me produce pavor imaginar lo que recibiré; más temprano que tarde.

Espero haber sido generoso, honesto y pacífico. 

Cuando me pregunto: ¿Qué he recibido hoy? me atemoriza saber lo que recibirán aquellos que me insultan, utilizan, mienten o proyectan violencia contra mí. 

Solo yo soy el culpable de lo que me sucede. Yo lo he elegido. A partir de hoy no pondré excusas ni culparé a los demás de mis situaciones desagradables. Tan solo pensaré que recibo lo que doy y que perdonaré a aquellos que abusan de mí; siento piedad por ellos. 

¿Es justo, Verdad? 

¿Qué somos?

Soy un sueño del Alma.

Sueño que soy Pedro en esta Vida; que cuando muera en esta vida, será un despertar a la realidad verdadera del Alma. Espero decir entonces: "He aprendido y he disfrutado", junto a los que me han acompañado en este viaje de ensueño.

Dios nos necesita.

Pues en este instante estaba pensando que dios nos necesita tanto como nosotros a él. 

No puedo creer en un Dios al que yo pueda comprender. Si lo comprendo es porque es una proyección humana, inventada...falaz. 

Si no alcanzo a comprenderlo, sería algo fuera de mi realidad, distinto, único, y que por tanto tiene esencia propia. Ese sería mi Dios verdadero y tendría Fé en Él...fuera de toda razón.