El principio de todo el mal que nos aqueja a los humanos se llama ambición, es un virus que muta en cuatro formas principales: Poder, Dinero, Sexo y Dominación.
El mayor problema para detectar este virus, es su capacidad para camuflarse bajo la apariencia de sentimientos nobles como la humildad, caridad, bondad y otros.
Así que no vengan con sentimientos cargados de excesivas buenas intenciones, porque sabré que solo sois ambiciosos...a cualquier precio.
Pero los ambiciosos perecerán en manos de su infinita ambición, cuando no sepan distinguir entre tantas posesiones, donde está el contrato en el que vendieron su alma y en el que renunciaron a su humanidad.
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