Translate

domingo, 24 de abril de 2011

Reencarnación





Estaba pensando en la Resurrección del Señor, que hoy celebran los católicos. Es una doctrina muy edulcorada con respecto a la original doctrina de la reencarnación. 

Después de la muerte de Jesús El Cristo, hasta el concilio de Constantinopla en el año 553; la doctrina de la Reencarnación fue enseñada por los primeros padres de la Iglesia. También el propio Jesús habló en los mismos términos cuando refiriendose a Juan dijo: “Él es Elias” (Mateo 11:14) "Elías ya vino, y no le conocieron, más hicieron con él lo que quisieron... Entonces los discípulos entendían que él les hablaba de Juan el Bautista" (Mateo 17:12,13). En este concilio fue negada por decreto y muchos escritos religiosos destruidos.

Aunque la Jerarquía, aún hoy, no acepta la reencarnación, no quiere decir que no sea esta la Verdad. Cuando en el concilio de Trento en 1546 la iglesia aceptó los textos que serían “oficiales” en el Nuevo Testamento; ni siquieran conocian la existencia de otros textos y evangelios a los que ahora se le denominan apócrifos, y en los que se hablan abiertamente de la reencarnación; ¿cómo habrían de incluir pues la doctrina de la reencarnación?

 ¿Cuál es el propósito de toda reencarnación?

El propósito es ambivalente, por un lado aprender a superarnos a través de la experiencia, las lecciones que nos llevamos aprendidas se quedan superadas y para siempre, no se volverán a repetir; así tras muchas encarnaciones nos vamos perfeccionando hasta que no es necesario más aprendizaje.
Por otro lado, pagar nuestras deudas y recibir nuestras recompensas. Nadie se queda con nada de nadie, y todo el mundo recibe lo que dá, pero en cantidades magnificadas. Es el Karma y el Dharma: es decir, causas cuyos efectos aún no se han manifestado; causas iniciadas en otras vidas anteriores. Esta es la Justicia Divina. El Karma son nuestras deudas, el Dharma nuestras recompensas; ambas por materializarse. 

¿Nunca existe una verdadera muerte?

Somos inmortales. El cuerpo desaparece pero el alma que lo habita emigra a otra dimensión, a otro plano superior hasta que decide reencarnarse para un nuevo aprendizaje.

¿Y quíen decide en que momento y situación nos reencarnamos?


Nosotros mismos. Elegimos el tiempo oportuno, los entornos y las personas más adecuadas para nuestra próxima lección en el colegio de la vida. 

Y las personas a las que conocemos en una vida: ¿Son las mismas que conocermos en la próxima encarnación y conocimos en la anterior?

La mayoría de las veces coincidimos con el núcleo fundamental de personas en una vida. Hay veces, que la que hoy es tu esposa, bien pudo ser tu madre o hija en otra vida. O que el que era tu mayor enemigo en una vida anterior hoy sea tu propio hijo o tu hermano. 

¿Antes de nacer ya hemos “programado” nuestro futuro, nuestro futuro está predeterminado?


Si y no. Las lineas fundamentales si, pero nuestro libre albedrío puede hacer que se vayan desviando. Pueden coexistir la posibilidad de varios futuros, según nuestros actos el futuro más probable irá en una determinada situación; si vamos progresando en nuestros actos –o apartándonos de ellos- se ira perfilando un futuro diferente.

¿Nuestro verdadero ser es pues el Alma, siendo el cuerpo como un traje de quita y pon?

Así es. No somos seres humanos que tenemos una experiencia espiritual, sino más bien, el Espíritu que está teniendo una experiencia humana. Nuestro alma inmortal, es Luz. Algunos lo llaman Dios, otros Amor Incondicional, otros energia universal, otros Todo lo que Es, otros Buda, otros Alá.

Una chispa de Dios en nosotros nos dá las cualidades de Dios.  Necesitamos a Dios tanto como Dios nos necesita a nosotros. Dios insufló en nosotros una partícula de luz a su imagen y semejanza, y ahora esas partículas de luz con el transcurso del tiempo han de volver al Padre, A la unidad con el Todo. De ahí la conocida frase de que "morimos al nacer,  nacemos al morir". 

¿Cómo se explica que hay almas que deciden encarnarse en suburbios de miseria y pobreza?

Todos pasamos por todo. Tenemos que entender que significa ser pobre, para eso tenemos que representar el papel, también seremos ricos, príncipes y mendigos, sabios e incultos, fuertes y debiles, sanos y enfermos…Todas las lecciones no las podermos aprender en la misma vida, por eso regresamos contínuamente y por otro lado, todas las lecciones aprendidas nos hacen evolucionar espiritualmente: cuanto antes las aprendamos menor será la rueda de reencarnaciones.

¿Somos los culpables de nuestras miserias? 

Si, somos merecedores de todo cuanto nos ocurra, tanto las miserias como la grandezas. Todo depende de cómo gestionemos nuestro libre albedrío.

¿Dios no tiene nada que ver en lo que nos ocurre?

Estamos acostumbrados a oir frases como “hay que resignarse a la voluntad de Dios” o “es una prueba Divina” “es una prueba del Señor”; normalmente cuando te sucede algún revés o alguna desgracia. 
Si por otro lado nos enseña que Dios es bondad infinita, es nuestro padre todo amor, todo misericordia, todo sabiduría; yo me pregunto: ¿Cómo un Ser así puede sentir y desear calamidades para su propia creación? ¡Cómo podemos ser tan ignorantes de atribuirle a Él tanta desgracia, miseria, maldad, violencia, locura, caos que envuelve nuetra existencia terrena! ¡En realidad, somos nosotros, con la decisiones de nuestro libre albedrío, los que estamos creando tanto caos!

¿Cómo es entonces la esencia humana?

El hombre es un ser dual, dentro de sí tiene lo mejor y lo peor. La distancia entre el polo positivo y el negativo es muy pequeña. Dios está en el polo positivo que es el alma. En el polo negativo que es el Ego…ya sabemos quien lo habita. Nuestro libre albedrío hará oscilar el péndulo hacia uno de los dos lados: hacia la unidad y el Amor incondicional o hacia la separación y la violencia con respecto a nuestros hermanos. 

¿Cómo sabré que la doctrina de la reencarnación es la Verdadera?

No lo sabrás. Pero las cuestiones metafísicas no pueden ser racionalizadas porque su camino es inverso al de la Ciencia: Creer primero y experimentar después. 

Solo puedo contestar que tengo Fé en esta doctrina porque desaparece el miedo a la muerte. No me produce ansiedad por el futuro. Es Justa. Me sitúa en el centro del Universo: al fín y al cabo todo depende de mis acciones, ahora. También explica algo que la doctrina de la Resurrección no hace: la causa del sufrimiento humano, dándonos el poder para remediarlo...en esta vida. 
Por último, nos regala siempre una nueva oportunidad...esa es la verdadera Misericordia Divina. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu participación nos enriquece.