Estaba pensando en que toda causa tiene un efecto, y que todo efecto proviene de una causa. Es el principio físico de acción-reacción.
Tendemos a atribuirnos como propio lo bueno que nos sucede con nuestras acciones; sin embargo, atribuimos nuestros males a cualquier cosa externa a la que podamos culpabilizar; como si otras personas, el destino, la suerte e incluso la metereología fuesen las causas de nuestros males.
El presente es el único momento del espacio-tiempo en el que tenemos poder para actuar, todo lo que hoy nos está sucediendo es consecuencia de nuestras acciones del pasado; sean estas buenas o malas, sean de esta vida o de vidas anteriores.
De como actuemos en conciencia hoy, estaremos creando nuestro mañana. Tenemos el poder de crear el futuro que deseemos con tan solo proyectar nuestra conciencia y saber que todo lo que nos sucede tiene origen en nosotros mismos.
La buena noticia es que, aunque nosotros mismos seamos los culpables de nuestras desdichas, también en nuestro interior reside la capacidad de disolverlas y superarlas. Son nuestras lecciones de vida que aprendemos -demasiadas veces- con amargura. El sufrimiento del aprendizaje es tan solo una elección.
Solo hoy podemos ser la causa de la felicidad venidera y para eso deberíamos empezar por perdonar nuestro propio pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu participación nos enriquece.